Si querés viajar, estudiar y conocer otra cultura a la vez este tipo de actividades es para vos. Te damos toda la info necesaria para emprender un viaje inolvidable y te presentamos el testimonio de un argentino que estuvo en Japón durante un año y de una italiana en Buenos Aires. Un intercambio cultural […]

Si querés viajar, estudiar y conocer otra cultura a la vez este tipo de actividades es para vos. Te damos toda la info necesaria para emprender un viaje inolvidable y te presentamos el testimonio de un argentino que estuvo en Japón durante un año y de una italiana en Buenos Aires.

Un intercambio cultural es un programa a través del cual podés cursar el secundario en el extranjero, integrarte a la cultura de un país y aprender su idioma viviendo con una familia del lugar. En nuestro país hay fundaciones que se dedican a organizar estos viajes. Una de ellas y la de mayor trayectoria es AFS Programas Interculturales que ya lleva más de 50 años en la Argentina y tiene presencia en 62 países.

Los requisitos para acceder a uno de estos programas son tener entre 15 y 17 años, estar cursando el colegio secundario sin ningún año repetido, tener un buen promedio y rendir un exámen on line sobre cultura general. La segunda etapa de selección consiste en entrevistas personales, familiares y psicológicas. “Pero lo más importante es el interés por conocer la cultura de otro país y la buena actitud que demuestren los postulantes en las entrevistas”, dice Juan Medici, Director Ejecutivo de AFS para Argentina y Uruguay. Juan, que hoy dirige estos planes abiertos a la comunidad de una duración de 2, 6 u 11 meses, también vivió su propia experiencia de intercambio: “En 1991 me fui 6 meses a Australia teniendo 17 años. Al principio fue difícil porque, a pesar de que sabía inglés, el acento australiano es muy cerrado y el lunfardo lo hace más complicado. Pero superar esa y otras dificultades me ayudó más adelante a afrontar otras en mi vida. Además se construyen lazos afectivos muy fuertes. Es el día de hoy que seguimos en contacto con mi familia australiana. ¡Cuando me casé viajé a Australia para presentarles a mi mujer!”, dice entre risas Juan. Ya vamos a comprobar más adelante que estas relaciones tan intensas con la familia adoptiva se dan en el 99% de los casos.

La nota completa la podés encontrar en tu Luna teen de julio 2010.