Para atraer a miles de espectadores a un estadio de fútbol no se necesitan siempre 22 jugadores y una pelota. También puede ser suficiente que haya diez chicos como vos, con sus computadoras, luchando entre ellos en mundos virtuales. Eso pasó a fines de junio del año pasado durante el torneo «ESL One» en la Arena de Fráncfort: cerca de 12.500 fans se acercaron para ver a los mejores jugadores de Dota 2 del mundo.
«La comunidad del e-sport es muy estable», cuenta Michael Wagner, profesor de medios digitales de la Universidad Drexel en Filadelfia, los Estados Unidos. Y la popularidad del deporte electrónico está aumentando nuevamente.
Para Michael Bister, gerente de Turtle Entertainment, que organiza la Electronic Sports League (ESL) y numerosas competiciones de deporte electrónico, hay muchos motivos que explican este fenómeno. Entre ellos se encuentran las plataformas de streaming como Twich o Ustream, «no sólo porque facilitan la asistencia de espectadores a los torneos sino también porque permiten que los propios jugadores y los equipos puedan hacer streaming muy fácilmente», explica.
Actualmente, los mejores jugadores incluso pueden vivir de su antiguo hobby o ganar algo extra. «La mayoría de los jugadores son escolares y estudiantes», dice Michael Bister, y agrega: «Unos trabajan de camareros los fines de semana mientras que otros participan en torneos de e-sport«. Hay varias fuentes de financiación: algunos torneos reparten premios de decenas y cientos de miles de euros; los equipos profesionales tienen patrocinadores y las estrellas internacionales ganan dinero con el marketing.
El e-sport profesional está mucho más desarrollado en Asia que en Europa. «La sociedad asiática está mucho más abierta a los juegos, lo que explica que la aceptación sea muy diferente», explica Wagner. El profesor de medios digitales cree que también en Europa esa aceptación aumentará, «no porque el e-sport esté cambiando, sino porque la sociedad está cambiando». Hoy en día es totalmente normal que los niños y los jóvenes como vos crezcan entreteniéndose con juegos digitales, y también el e-sport sacará provecho de ello a largo plazo.
Por lo tanto, es posible que en el futuro haya más oportunidades de ganar dinero jugando. Sin embargo, para ello se necesita mucho tiempo libre. «Los profesionales se entrenan con algunas pausas entre seis y ocho horas diarias», dice Michael Bister, aunque reconoce que también se puede practicar sin entrenamiento intensivo: «En las ligas inferiores ya es posible participar cuando uno se entrena dos o tres veces a la semana durante una o dos horas diarias». Pero en esas ligas no se juega por dinero sino, sobre todo, para divertirse.
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