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09/04/2018

Kingdom Come volvió renovado

Inspirado en hechos históricos, el videojuego incorpora personajes ficticios y una colorida estética para luchar como en la época medieval.

El Ejército enemigo se encuentra a las puertas de la aldea medieval de Bohemia. Allí, los habitantes no tienen ninguna opción ante los soldados atacantes. Solamente unos pocos consiguen refugiarse en una fortaleza sobre una colina y Henry, el hijo del herrero, ve cómo mueren sus padres aunque él consigue huir en último momento a caballo.

Así empieza Kingdom Come: Deliverance, y Henry es el héroe de la historia que jura venganza. Sin embargo, para conseguirla en la Bohemia de 1403, primero tendrá que demostrar su valor.

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Kingdom Come de Warhorse Studios es una mezcla de juego de rol con simulación medieval. El objetivo es que sea lo más auténtica
posible, desde la reconstrucción de la Bohemia del siglo XV hasta las
situaciones de hambre y agotamiento del protagonista.

Una historiadora que trabajó con el equipo supervisó que el juego
fuese realista, y de hecho el escenario, las luchas tras la muerte
del emperador Carlos IV entre Wenceslao y su medio hermano Segismundo -rey de Hungría- es real. El pueblo de Henry también existió al parecer de la forma en que se lo describe y fue quemado por el Ejército de Segismundo.

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La historia de Henry, en cambio, es ficción para que los jugadores le den forma como deseen. Para su venganza necesita adquirir fortaleza e influencia y mejorar sus capacidades, como el tiro con arco, la lucha o la capacidad de romper los cerrojos. No es una tarea fácil y, para conseguirla, hay que leer tutoriales muy detallados. Precisamente para romper los cerrojos o ejercer de ladrón, los mecanismos del juego son complicados y frustrantes. Warhorse ha anunciado de hecho mejoras en estos aspectos.

También el sistema de combate es complicado. Según la empresa
desarrolladora, se orienta de acuerdo con la lucha con espadas
europea, con distintas posiciones de ataque y bloqueo. Pero los
combates bastante raros en comparación con otros juegos de rol
dependen del adversario: mientras que los primeros enfrentamientos contra los bandidos son sencillas, los caballeros son prácticamente invencibles.

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Debido a la gran presencia de enemigos, los combates en grupo son muy confusos, por lo que quien quiera ser bueno necesita paciencia y tendrá que perder unas cuantas vidas. Al morir, el jugador no sólo debe repetir el combate, sino que el juego lo hace retroceder bastante. Solamente se puede guardar la situación en el juego en determinadas partes o cuando los personajes beben un aguardiente especial. La pena es que el líquido es imposible de pagar precisamente al principio de la partida.

Con la versión 1.3 se introducirá una función de guardar y apagar,
pero de todos modos el sistema de juego puede volverse muy pesado cuando uno tiene que repetir una y otra vez las mismas partes. Sobre todo si hay secuencias de diálogo que a veces son interminables. La conversación entre unos nobles al principio dura, por ejemplo, más de ocho minutos durante los cuales uno sólo puede quedarse mirando… o servirse un café.

Los aspectos positivos de Kingdom Come: Deliverance están en el
mundo del juego. La antigua Bohemia se ve muy hermosa con el
CryEngine en PC. Los prados florecidos, los frondosos bosques y los
animados pueblos siempre tienen detalles entretenidos como animales saltarines o habitantes que dan vida a las casas. Hay pequeñas tareas paralelas que desvían un poco de la historia lineal central y todo se ve muy bien, otra cosa es si de verdad es auténtico.

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Algunos problemas arruinan esta atmósfera agradable, como que los
personajes (incluso Henry) se quedan colgando de objetos, los
acertijos no se cierran bien o hay que esperar bastante para que se
cargue el juego. Para divertirse con este juego hay que renunciar a
exigir autenticidad, pues sigue siendo una visión romántica de la
Edad Media, sólo que sin dragones, magia o monstruos (no humanos). A cambio funcionan otros sistemas como largas secuencias de diálogos que enriquecen el juego, pero que exigen paciencia. Quien la tenga, puede entretenerse durante bastante tiempo con la vida de Henry y sus muchos bellos detalles.

Foto: dpa