Las uñas deben ser fuertes, brillosas y verse prolijas. Sin embargo, no siempre se ven así. Muchas veces se deforman o tienen mal color. Hay que tener en cuenta, además, que este tipo de alteraciones puede ser síntoma de una enfermedad -aunque no siempre-, por lo que conviene consultar con un dermatólogo.

La función de las uñas es, en primer lugar, de protección. La cutícula evita que ingresen agentes patógenos a la raíz. Si se comen frutas y verduras suficientes, lácteos, nueces y pescado, es probable que tengas uñas fuertes y poco quebradizas, que crecrán de forma sana.

Sin embargo, a veces las uñas cambian de color o se deforman. Esto puede deberse a restos de esmalte de uñas o productos de limpieza agresivos. Los zapatos muy estrechos o muy sueltos para las uñas de los pies también tienen su efecto, sobre todo si vas a hacer treccking o a escalar.

Los hongos de las uñas se ven entre amarillentos y marrones. Además, las deforman y las vuelven quebradizas. Algunos medicamentos, como los antibióticos, también pueden colorearlas. Sin embargo, no sólo el color, sino también la forma de las uñas puede variar. A veces, la alteración en la forma se debe a la falta de hierro.

En el 95 % de los casos, un dermatólogo puede detectar qué pasa con una uña con sólo verla. Si cree que se trata de una infección, puede que tome una muestra de tejido para sacarse las dudas. Las infecciones pueden tratarse de forma externa, con tinturas o esmaltes que ayudan a combatir los hongos. para evitarlos es importante que uses las ojotas en una pileta pública.

En cuanto a las uñas de las manos, lo ideal es siempre usar guantes a la hora de entrar en contacto con líquidos de limpieza o solventes. Si te gusta pintarlas, usá una base protectora.

La base evita que la uña se manche con el esmalte y, a la vez, la protege. Además, hace que el esmalte dure más. A la hora de elegir un quitaesmaltes, lo mejor es usar uno sin acetona. Después de pasar el quitaesmaltes, es importante aplicar una crema grasa en manos y uñas.

Parece obvio, pero también hay que cortarlas y limarlas seguido para conservarlas bien. Lo ideal es llevar las uñas ligeramente redondeadas y de una forma acorde a la natural. Así corrés menos riesgo de que se encarnen o se enganchen y rompan.

Fotos: dpa.