El deporte exige al cuerpo energía extra, por lo que después de practicarlo es necesario recuperarla con la alimentación. Los deportistas deben obtener al menos la mitad de su energía de hidratos de carbono. Los ideales son el pan integral, las pastas y la fruta.
Entre el 25 y el 30 % de la energía debería obtenerse de grasas saludables como el aceite de oliva, el aceite de lino, las nueces o la palta. Además, el cuerpo necesita proteínas: entre 0,8 y 1,2 gramos por kilo de peso corporal. Algunas de las proteínas que pueden consumirse son porotos de soja, quinoa, pechuga de pavo y legumbres.
Siguiendo estos consejos, no sólo vas a alcanzar mejor rendimiento sino que te vas a sentir en óptimas condiciones.
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