Con o sin cable, modelo de botón o que cubra toda la oreja: la oferta de auriculares es muy amplia y adaptadas las preferencias musicales y los usos. Si sabés a qué tenés que prestarle atención, te va a resultar fácil encontrar el auricular adecuado.

Siempre que sea posible, vale la pena probar un auricular antes de comprarlo, porque son aparatos en los que el gusto individual es clave. Se recomienda usarlos en la tienda durante unos 30 minutos y con música propia.

Hay 3 variantes de auriculares:

• Los auriculares «in ear» o intraurales, que se colocan directamente dentro del oído (audífonos). La membrana está por tanto cerca del tímpano y es el modelo más pequeño. En este caso es importante que la forma encaje bien en la oreja para que no se caiga. Los buenos modelos cierran completamente el oído y no permiten que el sonido salga, son livianos, prácticos y muy populares para usar en el transporte público o para hacer deporte.
• Los modelos «on ear» o supraurales se apoyan con la almohadilla sobre la oreja que pueden ser de cuero, símil piel o de tela. Debido a su membrana más grande, tienen un sonido distinto. Cuanto más grande sea la membrana, mayor el espacio de sonido. Suelen ser plegables y prácticos para el transporte o los viajes.
• Los  «over ear» o circumaurales cubren por completo las orejas, ofreciendo una barrera del exterior.  Cuanto más aire pase por el auricular, mejor es el sonido, aunque te aíslen menos del exterior.

Más allá de los diseños, cada vez es más apreciada la reducción activa de ruido. Mediante un sistema electrónico, los aparatos que traen esta función, anulan los sonidos externos. Y otra tendencia son los inalámbricos aunque suelen ser pesados por los requerimientos del bluetooth.

Foto: dpa.