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26/03/2013

Salud

Transpiración: controlá los malos olores

Con el sol y las altas temperaturas, se agranda un problema que durante el resto del año parece controlado: la transpiración y los malos olores. Ojo, antes que nada hay que aclarar que sudar es algo completamente normal (¡y necesario!), pero en la adolescencia pareciera que ser oloroso se convierte en una característica desagradable. DE […]

Con el sol y las altas temperaturas, se agranda un problema que durante el resto del año parece controlado: la transpiración y los malos olores. Ojo, antes que nada hay que aclarar que sudar es algo completamente normal (¡y necesario!), pero en la adolescencia pareciera que ser oloroso se convierte en una característica desagradable.

DE QUÉ SE TRATA

La Dra. Margarita Larralde, Jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Alemán, explica que la transpiración es una de las principales formas que tiene el cuerpo de regular la temperatura corporal. “Por ese motivo, la sudoración no es necesariamente sinónimo de mal olor (también llamado bromhidrosis), aunque resulte bastante habitual en la pubertad y en los adolescentes”, explica.

“Además – continúa- el mal olor puede ser producido en las axilas o las plantas de los pies por la descomposición de algunas bacterias o por las glándulas localizadas en el resto del cuerpo y puede estar influenciado por ciertas comidas, bebidas, el contacto con algunas telas, el calzado o la presencia de hongos”.

CÓMO EVITARLO

Es indispensable intentar disminuir primero la cantidad de transpiración. Si es un caso severo, hay que consultar al dermatólogo, quien recetará la medicación y las medidas higiénicas adecuadas. Para que quede claro: no existe un límite preciso que establezca cuándo es normal y cuándo excede los límites naturales. El parámetro más sencillo es la incomodidad que te genere. En caso de que se trate de un tema más de hormonas, se recomienda llevar a diario una correcta higiene personal, usar un jabón antibacteriano, un buen antitranspirante que tenga la capacidad de disminuir la sudoración y, obviamente, se recomienda usar talco o desodorante para pies antes de ponerse el calzado.

ALGUNOS TIPS

La alimentación cumple un rol importante al momento de controlar el olor. Hay que tomar mucha agua a diario para eliminar toxinas, comer más frutas y verduras, y consumir menos carne, cebolla, ajo, leche entera y café. Ojo con la ropa: hay materiales que permiten que el cuerpo respire mejor que con otros. Tratá de evitar prendas de seda, poliéster o nylon, ya que pueden causar mayor sudoración y un olor más intenso. En ese sentido, el algodón, la lana y el lino dejan que la piel pueda evaporar la humedad. Y tené en cuenta que la ropa blanca y negra es la que más disimula la sudoración excesiva, mientras que el gris, azul, verde o naranja ¡son colores delatores de la aureola abajo del brazo!