Hola, amante del maquillaje, abrí paso que acá llegamos con unos tips increíbles para crear obras de arte con la brocha, preservar tus materiales mejor que nunca y cuidar tu piel y la de quienes maquilles. Vas a ver que nos lo vas a agradecer.
A la hora de hablar de maquillaje de cualquier tipo, es común imaginar los increíbles resultados finales. Se consiguen obras de arte que hasta transforman las facciones de las personas o logran caracterizarlas con algún personaje de ficción. Pero pocos son aquellos que le prestan atención a la previa y el después para cuidar la piel.
¡Qué gran error! Al fin y al cabo, la piel será el lienzo de todos tus proyectos. Y un buen lienzo puede hacer la diferencia. Nada mejor que protegerla, limpiarla y mantenerla sana y lista para la próxima obra de arte. Así que tomá nota, acá vamos a dejarte los mejores tips para mantener tus productos y de paso tener una baby face.
Si estás recién incursionando en el mundo del maquillaje y estás buscando algún curso sobre el tema, en el siguiente link, vas a poder acceder a varias opciones y mayor información. Pero siempre, siempre, asegurate de que traten el punto anterior.
Cómo preparar la piel
A ver, vamos a ser claros, todas las cosas buenas llevan un buen proceso de preparación y, en el caso del maquillaje tanto social, como artístico, no es la excepción. ¿Quién se anima a negarlo? Por eso, a la hora de elegir un curso de maquillaje para principiantes, asegurate de que tenga toda una sección destinada a esto. Si lo pasan por alto ¡salí de ahí!
La premisa que tenés que manejar como bandera a la hora de maquillar a alguien es simple: la cara siempre limpia. Ojo, que esto no sólo quiere decir desmaquillada. Hablamos de limpia, limpia. Antes de aplicar una gota de base, corrector o rubor, es esencial hacer una rutina de limpieza y humectación. Aunque no lo parezca a simple vista, durante el transcurso del día se va llenando de residuos del ambiente que vas a necesitar remover antes de empezar.
A continuación te dejamos una guía de como preparar tu piel o la de tus clientes, ya sea para un maquillaje social o un maquillaje fx:
- Lavá la cara con un limpiador que sea neutro, sin fragancias ni parabenos, puede ser un jabón facial o un agua micelar. Una buena opción, es elegir productos cruelty free y eco friendly que suelen ser los más naturales. Podés acompañar la limpieza con una esponja vegetal para cara y enjuagar con agua tibia. Importante, nunca hay que lavarla con el jabón de tocador.
- Exfoliá. Este paso se hace para remover la piel muerta y evitar imperfecciones en el maquillaje y que la superficie se vea más suave y brillante. Elegí un producto con partículas granulares, cuanto más chicas mejor, y, con movimientos suaves y sin raspar, recorré toda la cara. Después, enjuagalo con agua tibia.
- Aplicá el tónico hidratante. Vas a ver como la piel toma un brillo saludable. Hacelo con un disco de algodón directo sobre la cara.
- Protejé. Siempre es recomendable aplicar en este punto, protección solar. Claro que, si estamos preparando un maquillaje para una sesión de fotos en interiores, no será del todo necesario.
- Hidratá la piel con crema. Ojo, que cada cara es diferente y no podés usar cualquier producto. Algunas necesitan una crema más pesada, mientras que las más jóvenes, generalmente, usan otras más livianas.
- Un tip extra: Aplicá agua de rosas. Si bien no es necesario al 100 %, va a resaltar el maquillaje.
A maquillar en 3, 2, 1…
Piel limpia, radiante y humectada, seguro que hasta te da placer pensar en pasar la brocha por esos cachetes. Pero, contenete, es indispensable que, para que el maquillaje no se apelmace y se vea lo más liviano posible, esperes a que toda esa rutina sea bien absorbida, y la superficie esté bien seca.
Sin importar el tipo de maquillaje que vayas a hacer, hay otro punto muy importante que tenés que tener en cuenta y que menos de la mitad de los expertos, tanto de maquillaje fx, como de social, lo cumple:
Deportar. Grabate esta palabra bien en lo profundo de tu mente y que no se te olvide nunca, porque es la clave para que mantener pieles sanas y productos limpios y “a salvo”. Esta, es la acción de “raspar” el maquillaje con una herramienta higienizada y pasarlo a una paleta o superficie limpia. Recién desde ahí, se toma el elemento (brocha, pincel, o lo que se use) y se pasa sobre la piel.
Esto debería ser uno de los primeros puntos a aprender en un curso de maquillaje, ya que, de esta forma, el producto no se contamina y su vida útil es más larga. No es extraño ver paletas de sombras, o rubores que no son homogéneos, tienen grupos o partes más rígidas. Esto es a causa de que se contaminan con la grasitud de la piel y se crea una especie de moho.
Otro buen consejo, es rotular los maquillajes con su fecha de apertura, ya que, tienen una vida útil que va más allá del vencimiento. Una máscara de pestañas, dura abierta entre 3 y 6 meses como máximo. Una vez pasado ese tiempo, por más de no haber llegado a la fecha de vencimiento, hay que desecharlo. Esto es muy importante para mantener la piel sana.
Y así como debes usar productos de primera para eventos sociales, el maquillaje fx también debe ser de excelente calidad y tratar de evitar las marcas de cotillón o fantasía. Son productos muy cobertores y si encima son de mala calidad, podemos generar daños graves a la piel.
Si sé maquillar, ¿para qué hacer un curso?
Una cosa es saber maquillarte y otra muy distinta es saber hacerlo para un evento o una sesión de fotos. Un curso de maquillaje te enseñará cómo y dónde aplicar los tonos correctos para que se resalte un rasgo de la cara y no otro. Aprenderás a aprovechar las luces del lugar para potenciar tu obra de arte.
Vas a descubrir cómo lograr que todo el entorno sea parte de tu creación y así conseguir fotos increíbles. Podemos asegurarte que, por más de que ya hagas unos ojos esfumados bellísimos, o caracterizaciones llamativas, con una buena capacitación convertirás todo esto en increíble.
Además, te van a enseñar tips, herramientas y vas a recibir información sobre marcas de cosméticos, que también pueden terminar siendo todo un descubrimiento. Vas a quedar tan fascinado con tus creaciones que seguro terminas queriendo que esa cara se quede así para el resto de la vida. Pero, por más de que te duela desarmar todo tu trabajo, siempre es importante desmaquillar bien.
Después de tantos cosméticos, asegurarse de dejar la cara respirar y bien fresca durante la noche, también es clave para que, la próxima, esté sana y te permita seguir creando rostros perfectos. Asegurate de que se haga con productos específicos para desmaquillar.
Un tip, los mejores desmaquillantes son los bifásicos. Son suaves y funcionan bien para productos resistentes al agua o un poco más fuertes. Y listo, lienzo nuevamente en blanco para una nueva creación.
Fuente: GoodlyMedia
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