Una jornada inspiradora, de encuentros, aprendizaje y mucho fermento para compartir fueron los ingredientes en una fiesta que ya lleva tres años.

El Palacio Libertad fue el sitio elegido para una jornada en la que no faltó este fermento tradicional, ni la música o las tradiciones de Corea del Sur. La celebración del Día Nacional del Kimchi ya se convirtió en un hito anual cada 22 de noviembre en que se festeja también la hermandad entre ese país y el nuestro, así como los 60 años de la inmigración de este país llegó a la Argentina.

El acto central, realizado en la Sala Argentina, comenzó con las palabras de la nueva directora del Centro Cultural Coreano, responsable de la organización de estas actividades: la cálida Misuk Kim rescató las propiedades del kimchi y la relación cada vez más estrecha entre los dos países. También el embajador Yongsoo Lee destacó este aspecto y, con simpatía, hizo un concurso entre los asistentes que subieron al escenario para responder a una pregunta y les entregó premios.

Luego le llegó el turno al panel sobre cocina coreana que moderó el periodista Rodolfo Reich con los responsables de los restaurantes Arirang (tradicional) y Han (moderno y de vanguardia). Así nos pudimos enterar de la trastienda de la preparación de los platos que tanto nos gustan como bulgogi, bibimbap y la popular barbacoa.

Pero el plato fuerte llegó con la presentación de Hammer, jóvenes egresados de la escuela de música coreana que, con instrumentos tradicionales, ejecutaron temas de manera muy moderna y experimental. La culminación de la noche se produjo cuando se les sumó el Sexteto de Tango de la UNA para una fusión de temas coreanos y nacionales que arrancó aplausos encendidos. Realmente una noche inolvidable en la que no faltó probar platos típicos a la salida. Una verdadera fiesta.